sábado, 26 de noviembre de 2016

Rima XXVIII

Cuan brillante puede ser la cabeza,
Que sin demostrar gran hazaña,
Puede deparar gran certeza,
Sobre lo que otra nos engaña.

Ideas que fluyen con sutileza;
Hasta erguirse cual montaña.
Sin hacer caso de la terqueza,
Y obviando la voz de alimañas.

Que lo único que buscan,
El mal devenir del prójimo,
Y de hundir cualquier ánimo;
Y sin conseguirlo se ofuscan.

Cuan brillante es la mente,
Con tal de conseguir propósito.
Es capaz de abrir un puente,
Entre lo sensato y lo inaudito.

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